Comunicado del comité de género Las Furias, Parte I: Diagnóstico y manifiesto de motivación para un trabajo conjunto anti-patriarcal

 El Comité de género de filosofía de la Universidad de los Andes (Las Furias) surgió como una propuesta de algunas compañeras del departamento, quienes estaban inconformes con las dinámicas que normalizan la violencia de género en las aulas de clase de filosofía. Debido a eventos recientes, muchas feministas nos unimos para discutir estas problemáticas en la Facultad de Ciencias Sociales y organizamos dos asambleas para discutir estos temas. En el marco de la asamblea desarrollada el pasado veinte de abril, feministas de la facultad esbozamos nuestras preocupaciones y sugerencias a las directivas alrededor de las problemáticas de género y violencias que suceden en el interior de esta. Con el fin de avanzar en la materialización de muchas de estas propuestas, las mujeres de filosofía nos unimos para dialogar y hacer un diagnóstico de la situación en el departamento. A partir de este diálogo, creamos el presente documento, que tiene como objetivo, en primer lugar, presentar el comité de género de filosofía; en segundo lugar, esbozar un diagnóstico realizado por las estudiantes de filosofía; en tercer lugar, hacer un breve resumen de las propuestas en las que ya venimos trabajando y, finalmente, en una segunda parte,  sugerencias y peticiones para hacer un trabajo conjunto con el departamento para combatir estas formas de violencia. 


En primer lugar, consideramos importante que las personas que están interesadas en trabajar estos temas con nosotras se acerquen al pliego de peticiones que surgió de la asamblea del pasado veinte de abril enviado por Mauricio Nieto a toda la facultad. Por otro lado, consideramos importante tener en cuenta que en estos espacios de diálogo primen los siguientes principios tomados del acta mencionada anteriormente: 


Las personas dentro de este movimiento hemos construido ciertos principios de diálogo que buscan crear bases para continuar con las reflexión y el trabajo conjunto entre estudiantes y universidad.

Principio de horizontalidad: Esperamos crear un diálogo donde no prime la jerarquía entre voces. De esta manera, buscamos espacios amplios y abiertos que no se centren en un grupo de personas, esto porque dentro del movimiento feminista no tenemos una forma unitaria de representación sino somos muchas que de diferentes maneras y voces se hacen presentes dentro del movimiento.

Principio de la no invisibilización de VG y VS: Buscamos que las violencias basadas en género que no pasan por los protocolos de la Universidad sean ampliamente reconocidas como violencias. No queremos minimizar ninguna forma de violencia dentro de los espacios universitarios y no universitarios. Los mecanismos institucionales no garantizan espacios cómodos y de participación diversa y no responden a la variabilidad de violencias basadas en el género que se ejercen cotidianamente.

Principio de experticia: Al momento de visibilizar las diferentes violencias basadas en el género, nos enfrentamos ante un cambio radical en las formas como nos hemos construido. Las violencias están en espacios universitarios y no universitarios y de manera histórica han sido naturalizadas por medio de nuestra misma experiencia; nos encontramos modificando la manera como hemos habitado el mundo. De esta manera, esperamos que la opinión del experto no silencie nuestras formas de crear conocimiento y se logre dar un diálogo heterogéneo a lo largo de los trabajos en conjunto.

Principio del lenguaje neutro: En aras de no continuar reproduciendo las violencias basadas en género, esperamos que se haga uso del lenguaje neutro para no invisibilizar otras formas de identidad que se dan dentro de la universidad. Con esto, hacemos referencia a la necesidad de transgredir ciertas dicotomías del lenguaje para reconocer las múltiples experiencias identitarias que se dan dentro y fuera de la universidad.


  1. COMITÉ

El comité de género de estudiantes de filosofía se conforma a partir de una reunión organizada el segundo semestre de dos mil diecinueve para discutir sobre las problemáticas de las mujeres en el departamento de filosofía. A partir de esa reunión surge la idea de conformar un comité de estudiantes que se encargue de reflexionar acerca de las problemáticas de género específicas a la disciplina filosófica y que pueda trabajar de la mano con las profesoras y con el departamento para proponer maneras de solucionarlas, así como ir construyendo una filosofía que esté menos regida por lo masculino, donde haya cabida para las mujeres y donde haya ambientes más colaborativos en los que todas puedan participar. La idea del comité es también ofrecer un espacio de contrucción en el que podamos discutir situaciones que se dan cotidianamente y, por medio del diálogo y el intercambio de experiencias, lograr darnos confianza entre nosotras para participar en clase, construir conocimiento desde la experiencia, discutir temas desde una perspectiva feminista, romper la reproducción de las estrategias y las dinámicas que usualmente se practican como la jerarquización, las retóricas de competencia y de superioridad, transformándolas en dinámicas de compañerismo y de escucha. La idea también es que estas nuevas dinámicas no se queden en el espacio del comité, sino que a partir de las ideas que se den en este espacio se pueda pensar en la manera de llevar a las clases y conversaciones, actitudes, temas y discursos disruptivos que rompan con el status quo


También creemos que estos espacios se pueden dar como una posibilidad para crear nuevas  maneras de pensar cómo construir el conocimiento desde la filosofía, mirando a futuro la posibilidad de reestructurar los programas de clase para que en estos se estudien más autoras, filosofías latinoamericanas, etc. La posibilidad de este cambio también se condiciona con que podamos socializar en las clases el cómo se ha construido la filosofía y el por qué se ha valorado más un cuerpo teórico que otros, pero debe ser un ejercicio activo entre lxs estudiantes y lxs profesorxs. De esta manera, podríamos evocar un cambio profundo en cómo suelen pensar lxs estudiantes la filosofía, haciendo caer en cuenta las nociones de género que subyacen las prácticas académicas y su jerarquización en contenidos. 


De igual forma, es importante reconocer el trabajo de las académicas, específicamente el de las profesoras de filosofía, dado que esto ayuda a nutrir la biblioteca de los estudiantes, propone nuevas epistemologías y da una nueva mirada a los problemas, las teorías, las corrientes y la forma de estudiar la historia y la filosofía. Como bien lo mencionan varias autoras, es importante leernos entre nosotras y compartir textos escritos por mujeres que nos permitan relacionarnos de formas distintas con nuestros referentes. Consideramos entonces que es importante hacer un cambio, no solo en el pensum, sino en las prácticas entre estudiantes y profesorxs dentro y fuera de las aulas. 


  1. DIAGNÓSTICO

Antes de pasar a los puntos concretos que proponemos a corto plazo, es importante recordar que partimos de la creencia, muy documentada, de que la filosofía ha sido constituida históricamente como una disciplina masculina y machista, y partimos de esta premisa para pensar en muchas de las propuestas de cambio que desean acabar esto. 


La filosofía es una de las disciplinas con una historia más conectada al patriarcado occidental. Sus inicios oficiales se remontan a la Antigua Grecia y se asocia su nacimiento con el de una forma de pensamiento que asimila el conocimiento con la razón y una pretendida objetividad que busca ser universal. Ese ideal de conocimiento racional se perpetúa y enaltece en el renacimiento y la ilustración, llegando a su posición más drástica en la modernidad. Sobra añadir que toda esta empresa filosófica ha sido hecha por hombres y que ese ideal de conocimiento y de filósofo racional se construyó partiendo de un sujeto masculino occidental. Las consecuencias de esto se pueden dividir en dos grandes problemas: la manera masculina en la que se entiende y enseña la filosofía, y las dinámicas patriarcales que se dan en los espacios académicos. Partiendo de lo anteriormente dicho, buscamos ver y mostrar la manera en que esto afecta a las mujeres que hacen parte del campo para poder pasar a pensar la manera en la que se podría cambiar esto.


La manera en la que afecta a las mujeres se relaciona con las conexiones que ha hecho la filosofía entre conceptos como razón/emoción y masculino/femenino. Estas divisiones categoriales terminan por convertirse en esquemas de género (Valian, 1997), o “hipótesis que moldean las expectativas sobre el desempeño y el comportamiento de mujeres”. La confianza en esos esquemas deriva en experiencias diferenciadas para hombres y mujeres en la academia filosófica.  Adentrándonos en la problemática, uno de los primeros factores en los cuáles se evidencia esta dualidad masculina-femenina es la cantidad de mujeres y hombres que están en el programa. Según las estadísticas de dos mil dieciocho para el segundo semestre en la Universidad de los Andes, encontramos una distribución de veintitrés mujeres frente a cincuenta y cuatro hombres, lo cual permite deducir que la filosofía da la imagen de un tipo de género masculinizado (Boletín Estadístico, 2018). Aún más preocupante es que las mujeres en filosofía desertan en mayor proporción que los hombres, según las estadísticas de IgualAIgual (noventa por ciento de hombres se han graduado contra diez por ciento en dos mil dieciocho), lo cual abre la pregunta sobre por qué las mujeres deciden dejar la carrera. 


Adicionalmente, las consecuencias de esos esquemas de género se pueden ver en múltiples niveles de la historia y práctica de la disciplina filosófica, pues forman la significancia social de ciertos temas, prácticas pedagógicas, prioridades de investigación, métodos privilegiados y dinámicas cotidianas. Esto se ve, por ejemplo, en la división general dentro del departamento entre temas “masculinos/femenino” que puede observarse en el pensum de la carrera. Si alguna vez se ofrece alguna clase que no cumpla con estos requisitos, se considera por muchxs que no es “verdadera filosofía” o que es experimental, esto sucede con asignaturas que contienen temas de filosofía decolonial, latinoamérica, feminismos, de emociones, etc. 


Ejemplos: 


Vale recordar que nuestra apuesta es contextual, es decir, los contextos y los ambientes por lo general son muy distintos en función del contexto (no es lo mismo un seminario con diez hombres y tres mujeres que una clase de pregrado con la misma cantidad, no es lo mismo un semillero de lógica que un conversatorio acerca de epistemologías feministas, no todxs lxs profesorxs tienen las mismas metodologías y no todos los ambientes las mismas dinámicas).


  • Cuando en una clase el/la profesor/a se burla de otra área de la filosofía para deslegitimarla (esto puede desmotivar a l@s estudiantes y hacerles sentir mal).

  • Cuando una pregunta no es tomada en serio y es ignorada por el profesor.

  • Cuando en un seminario se toman más en cuenta las participaciones de hombres.

  • Cuando a los hombres no se les detiene en caso de que hagan manstealing/mansplaining/manterrupting (se apropien de la palabra, interrumpan, expliquen los pensamientos y argumentos de las mujeres).

  • Cuando hablar de temas de género o políticos es motivo de burla.

  • Cuando se tilda de antifilosófica o no filosófica una postura.

  • Cuando los profesores dicen que estamos “confundidas” o incluso se ríen cuando durante una participación intentamos aproximarnos a los temas desde otros puntos de vista. 

  • Cuando no llaman a las estudiantes por su nombre, sino se refieren a ellas por apodos cómo "la amiga de tal", “la novia de tal”, "la que tiene el cabello de tal manera", o por actividades que realiza fuera de la filosofía, por ejemplo, “la que hace tal actividad” o por el nombre de su otra carrera. También apodos condescendientes e infantilizantes como “niña”. 

  • Cuando se pasan las preguntas de género a un segundo plano, no se les da la seriedad ni el espacio para discutir o peor, cuando se tratan de impertinentes.

  • Cuando se adopta una actitud condescendiente hacia estudiantes/profesores  dentro de la clase. 

  • Cuando se recuerda constantemente que es una carrera en la que predominan los hombres. 

  • Cuando no se toma en serio a una estudiante por su forma de vestir.

  • Cuando hay fastidio y rechazo por todos los temas de género que a veces son confirmados por la actitud de los profesores cuando se hace una intervención dentro de la clase. Se hace énfasis en que solo es un tema que manejan las mujeres o que no hay que meterle feminismo a todo. 


Casos puntuales: 


  • Es común escuchar comentarios cómo “contigo puedo hablar de manera más racional porque piensas como hombre, no te atraviesan tanto la emociones”, “menos mal no eres de esas que le mete feminismo a todo/que se ofende por todo”

  • Recordar constantemente que la carrera es de hombres (mayor porcentaje de estudiantes, profesores y materias enfocadas en figuras masculinas) y que toca entrar en su mundo para poder lograr algo. “A lo largo de la carrera siempre pensé que tenía que ser hombre para hacer filosofía en serio…”

  • Es muy común que las mujeres dentro de la carrera se sientan acosadas por la manera en que se visten o se arreglan. Esto no sólo se da entre estudiantes, o de monitores hacia estudiantas, sino que también ocurre por parte de los estudiantes hacia sus monitoras. Esto demuestra que la objetivización del cuerpo de las mujeres en la carrera sobrepasa la relación estudiante-monitora dentro de los parámetros normales académicos y hay una relación de poder tergiversada. 

  • Lo anterior también aplica para las machoexplicaciones. Una chica cuenta que en una clase de Aristóteles, mientras revisaban un parcial, un estudiante le dijo “espérate, pero, ¿tú sí sabes quién es Aristóteles?”

  • Tanto profesores como estudiantes, en vez de aprenderse el nombre de una estudiante, la nombran “novia de ______”, reconociendo y reproduciendo una visión de la mujer como propiedad de o anexa a un hombre.  

  • En el grupo de WhatsApp de la carrera, se compartió la información del evento de REC-Latinoamérica de voces femeninas en la filosofía. Un estudiante preguntó por qué no había hombres en el cartel. Varias mujeres se molestaron y le explicaron la razón detrás del evento y por qué esa pregunta era violenta (considerando las proporciones entre hombres y mujeres en la filosofía), para ser recibidas con un “ay, era sólo un comentario, no se pongan así''.



  1. INICIATIVAS DEL COMITÉ

Actualmente el comité tiene en marcha dos iniciativas externas, un grupo de lectura de pedagogías feministas y una campaña contra la violencia epistémica junto con NoEsNormal 

  1. Grupo de lectura: El grupo de lectura de pedagogías feministas y trans tiene como objetivo crear un espacio en donde se discuta acerca de formas para hacer de las aulas lugares menos violentos para todxs. La idea del grupo es hacer de él un espacio propositivo con el fin de enviar a las directivas tanto del departamento como de la facultad propuestas para replantear los programas de las clases, replantear algunas prácticas dentro y fuera de las aulas y reflexionar frente a las relaciones de poder presentes en la filosofía por medio de las cuales se normaliza la violencia de género.

  2. Campaña violencia epistémica:  Una de las formas de violencia más presentes en las aulas de filosofía es la violencia epistémica (que también está atravesada por la violencia de género). De la mano de NoesNormal se está organizando una campaña de visibilización de este tipo de violencias que consiste en: una divulgación de diferentes conceptos que retratan este tipo de violencias (mansplaining, manstealing…) a través de un diccionario visual, una encuesta para entender qué tan común es y recolectar testimonios, varios ciclos de lectura y luego la creación de plantillas en las que se compartan los testimonios recolectados acompañados de la frase “NoesNormal que...”


Otros proyectos que venimos trabajando internamente son:

  • Lectura de pares: con esto buscamos leernos entre nosotras para cuestionar las estructuras de poder dentro de la academia y valorar el trabajo de las mujeres que se construye desde el pregrado.

  • Círculo de furias: hemos venido creando espacios de encuentro para las mujeres de filosofía con el fin de conocernos entre todas y crear redes de apoyo que permitan hacer más amena la carrera. 

  • Los ‘fanzines’: la idea es crear un lugar en donde podamos catalogar todo lo que hemos producido como comité y también incluir trabajos personales de quienes lo conforman; esto con el propósito de relucir otras maneras de hacer filosofía y producir conocimiento, por ejemplo desde testimonios personales. Este formato permite recopilar distintos tipos de medios y una fácil distribución popular.

  • Reuniones con las profesoras para hablar de la situación en filosofía. 

  • Difusión: creación de redes sociales para difundir eventos/pensamientos/trabajo y un blog para crear contenido y compartir escritos académicos y no académicos

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Nuestra carga y respuesta

Carta a mi abusador