Comunicado del comité de género Las Furias, Parte II: Sugerencias y peticiones para un trabajo conjunto anti-patriarcal
SUGERENCIAS Y PETICIONES - TRABAJO CONJUNTO
Como Comité de género de filosofía (Las Furias), nos interesa el trabajo conjunto con el departamento, con el fin de crear una agenda de trabajo que nos permita idear formas de prevenir las violencias que vivimos dentro y fuera de las aulas de filosofía. Si bien consideramos que el trabajo colectivo es fundamental, también creemos que debe existir un compromiso individual de lxs profesorxs que están interesados en trabajar con nosotras, pues este proceso implica la autocrítica e implica asumir una posición política, que ha sido incómoda para las mujeres del departamento, pero que tiene que empezar a serlo también para lxs profesorxs, ya que combatir las violencias de género que vivimos en el departamento no se soluciona con recetas, pues es un proceso contextual de reflexión constante. Con esto dicho, nos gustaría pasar las propuestas que hemos construido, luego de un proceso de elevación de conciencia en el que hemos hablado de nuestras experiencias como estudiantes de filosofía.
Decidimos dividir las propuestas en categorías dependiendo de los contextos en que consideramos pueden ser tenidas en cuenta.
Protocolo MAAD
Consideramos de vital importancia que todxs lxs miembrxs de la comunidad conozcan el protocolo MAAD y que lxs profesorxs, administrativxs y estudiantxs lo tengan en cuenta. Para esto, consideramos las siguientes propuestas
Capacitaciones a lxs miembrxs del departamento de filosofía con el fin de tener claros los procedimientos del Protocolo MAAD.
Que el protocolo MAAD esté incluido en todos los programas de las clases dictadas por el departamento y que haya un claro énfasis en él cuando se haga lectura del programa. Asimismo, consideramos que el incluir en los programas el protocolo no debe ser una cuota, sino que debe quedar claro que las aulas de filosofía se acogen al protocolo de forma comprometida.
Transversalización del enfoque de género
Incluir, añadir o hacer excepciones puede ser peligroso, pues refuerza el carácter de otredad y perpetúa la diferencia y la marginalización. Por eso, creemos que el enfoque de género debe ser transversal y no debe estar orientado a simplemente añadir, sino que debe transformar e integrarse de manera crítica a lo que ya existe en el pensum y en los programas de las clases (por ejemplo a través de un cuestionamiento de los autores). Esto debe trabajarse no solo desde la construcción del pensum y de las clases sino desde el cambio de prácticas de tanto profesorxs como estudiantxs.
Hacer lectura crítica de los autores a partir de lecturas con enfoque de género. Por ejemplo, en un seminario de filosofía antigua podría poner una lectura sobre la relación entre la filosofía antigua y el género, o una interpretacion o crítica feminista desde un aspecto de la filosofía antigua o de un tema específico, etc.
Que en todos los programas haya al menos una lectura escrita por una mujer y que no sea opcional sino que haga parte central de la clase; puede ser una comentarista con una crítica al autor o al tema, o también una propuesta teórica de una autora relacionada con el autor o el tema de la clase. Esta propuesta tiene el propósito de romper el mito de que toda la filosofía es pensada por hombres y que los comentaristas o las propuestas teóricas son también escritas por hombres. Leer más mujeres y ponerlas en el programa de una clase no es “cumplir con una cuota”, es romper con el esquema patriarcal.
Pensum y programas:
Proponemos que el pensum integre de manera más central temas de género así como diversidad en los autores que se consideran “filósofos”. Aunque ha habido progresos, creemos que es importante hacer reformas estructurales y definitivas a los programas de clase y al pensum para que abracen de manera colectiva y transversal diversos temas.
Exigir un curso sobre el feminismo como corriente de pensamiento obligatorio para la formación de todas las personas que estudian filosofía tanto en el pregrado como en los posgrados. Así como los cursos de lógica son obligatorios en el pensum, consideramos importante contemplar la posibilidad de dictar un curso obligatorio de feminismo y un curso de filosofía latinoamericana ya que son dos áreas que han sido dejadas de lado y consideramos fundamentales.
Hacer una revisión de los programas de las clases para asegurar que estos abran la posibilidad de abordar diversos temas como género, filosofía latinoamericana y teoría decolonial. Una forma de hacer esto es incluyendo lecturas de autores canónicos desde el sur, feministas o de otros temas que no son abordados normalmente, pero que permitirían enriquecer las discusiones y hacer del departamento un lugar menos eurocéntrico y androcéntrico.
Proponemos que al menos en los trabajos finales de las clases abran la posibilidad de elegir un tema libre para asegurar que lxs estudiantxs que deseen abordar diferentes temas puedan hacerlo. Esto con el fin de fomentar el pensamiento crítico desde el pregrado y permitir que exploremos los temas que son de nuestro interés.
Ofrecer clases cada semestre que se salgan del esquema tradicional de lo que se entiende por "filosofía canónica" y que siempre haya en las opciones cursos de filósofas mujeres o de grupos que han sido dejado atrás (considerándolos importantes para la filosofía y no como añadidura)
Debido a que el pensum de filosofía no tiene un claro orden, muchas clases reúnen personas de diversos semestres y esto crea dinámicas desiguales en las aulas. Una buena forma de alivianar la carga de quienes están iniciando la carrera es haciendo evaluaciones diferenciadas por semestres o que el semestre de las personas sea tenido en cuenta a la hora de evaluar.
Consideramos que la participación tradicional de levantar la mano para hablar en clase no debe ser obligatoria ni debe constituir cierto porcentaje de la nota contemplada en los programas de clase, pues esta forma de evaluar puede ser poco equitativa (pues hay desigualdades en las aulas ya sea por razones de género, ‘raza’, edad, clase) y no tiene en cuenta la presión a la que algunxs estudiantes se ven sometidxs a la hora de verse obligadxs a participar de esa forma. Esto nos lleva al siguiente punto.
Para los seminarios
Llegar a un seminario o a un curso de maestría por primer vez puede poner mucha presión sobre lxs estudiantxs, pues es un lugar en el que convergen estudiantes de diferentes niveles y, aunque valoramos mucho la diversidad de voces en estos cursos, consideramos que hay algunos consejos que pueden ser buenos específicamente en estos contextos:
Proponer un nivel de lectura realista. ¿Esos dos papers de cien páginas cada uno, más preparar un quiz para iniciar la clase, son un nivel de lectura realista para un estudiante de pregrado que está viendo otras siete clases, pero que ya tiene que empezar a ver un seminario de maestría? Cuando una persona ha estudiado mucho o está preparada usualmente siente más confianza para hablar en público de un tema. La idea de que los seminarios son un lugar de participación y construcción de conocimiento no es compatible con un nivel de lectura desproporcionada que no va a permitirle a un estudiante sentirse capacitado para un espacio de discusión en donde convergen personas de maestría, doctorado, profesor y otros estudiantes de pregrado.
Organizar la participación de tal manera que no se monopolice la palabra en estudiantes con más experiencia o más confianza (que frecuentemente son hombres de posgrado que pueden adoptar actitudes despectivas y pedantes por su especialización)
Promover la participación y el debate no confrontacional (no con el objetivo de destruir al oponente -adversary attitude (Wolf, 2017) por mecanismos que no sean solo punitivos (exigencia de participación para el promedio).
Ambientes de clase constructivos
Como ya lo dijimos anteriormente, el comité de género está organizando un grupo de lectura de pedagogías feministas y trans para hacer de las aulas lugares más colaborativos y respetuosos. En este sentido, consideramos importante hacer un trabajo en conjunto entre profesorxs y estudiantxs para encontrar estrategias que combatan la violencia dentro de las aulas. En el grupo hemos estado trabajando en propuestas para lxs docentxs y consideramos importante que este grupo sea considerado como un espacio propositivo del cual pueden surgir herramientas importantes para combatir todas las formas de violencia presentes en las aulas de filosofía. Estas propuestas van de la mano con una reforma estructural de la comprensión de la disciplina filosófica, no como un aprendizaje vertical sino como una construcción más horizontal (sin perder de vista el valor epistémico de la experticia).
Algunas propuestas puntuales en las que hemos venido trabajando en el grupo son:
Proponemos que, para la participación de las clases, se considere la posibilidad de promover otras formas de participación que permitan un ambiente menos hostil en las clases. El objetivo es lograr que entre lxs estudiantxs se genere un diálogo horizontal y, de esta forma, se pueda alcanzar un ambiente de aprendizaje constructivo. Por ejemplo, una buena estrategia es hacer en las clases grupos pequeños de discusión entre estudiantxs para promover el diálogo horizontal y para que las personas que no se sienten cómodas hablando en el aula tengan espacios menos hostiles para discutir y opinar.
Para promover un ambiente más colaborativo, también consideramos que puede ser útil que se amplíe la gama de temas y registros dentro de la clase para que aquellxs que quieran introducir discusiones diferentes se sientan más comodxs (se entiende que es difícil dado que hay temas obligatorios, pero creemos que puede ser útil para alimentar las discusiones filosóficas con variedad de disciplinas y experiencias).
Desincentivar en las clases la competencia y promover la cooperación en las aulas. En lugar de seguir reproduciendo las dinámicas individualistas que han sido históricamente características en la filosofía, consideramos que es fundamental promover la cooperación en el aula. Consideramos que el conocimiento cuando se hace de forma colectiva puede ser muy fructífero pero estamos acostumbrados a no valorarlo, una forma para promover estas formas de cooperación es promoviendo la escritura a dos manos (o más).
Consideramos que las clases deben poner reglas de juego que promuevan el compañerismo. Las discusiones en los salones pueden llegar a ser agresivas y muchas veces se convierten en espacios violentos y de competitividad, es por esto que nos parece pertinente que existan acuerdos creados horizontalmente por las personas que integran las aulas para que las discusiones se den de mejor forma y estas no afecten la integridad de ninguna persona presente en la discusión. Entre estos acuerdos nos parece fundamental incluir que si al menos una persona dentro del aula se siente violentada por una discusión,, la discusión sea suspendida.
No marcar los trabajos y evaluaciones con el nombre sino con el código para evitar sesgos de cualquier tipo
Profesorxs:
Como lo dijimos en la introducción a esta sección, cambiar las dinámicas en filosofía requiere de un trabajo de reflexión profundo, es por eso que agrupamos algunas propuestas o tips para que conciernen específicamente a lxs profesorxs.
Escuchar con atención y responder con relevancia TODAS las intervenciones. Muchas intervenciones no son tenidas en cuenta en las aulas de filosofía por diversos motivos: porque no son técnicas, el tema no es de interés para lxs profesorxs, no están “bien formuladas”, etc. La receptividad del profesor es importante para generar confianza en las participaciones de sus estudiantes.
Que los profesorxs estén enterados de las formas en las que se presentan los ‘micromachismos’ que se llevan a cabo en el aula de clase (mansplaining, mastealing y mansterrupting) y tomen acciones sobre estos. Consideramos que muchas veces las intervenciones que son menos escuchadas son las de las mujeres y esto se ve en dinámicas como el manstealing que se da cuando una mujer dice algo y luego un hombre formula lo que ella dice de otra manera y es a él quien se le da el crédito. Tampoco necesitamos que expliquen lo que decimos cuando no lo solicitamos porque podemos hacerlo solas y tampoco queremos ser interrumpidas.
Ligado al punto anterior, consideramos fundamental que algunxs profesorxs reflexionen sobre la forma en la que muchas veces sobreestiman la palabra masculina.
No usar tono condescendiente, esto sucede muchas veces en las aulas, muchas lo hemos experimentado y esto genera miedo a la hora de participar.
Consideramos que es fundamental que en ningún caso los profesores hagan comentarios despectivos con respecto a otras áreas de la filosofía o del conocimiento como algunas ciencias sociales o las artes. Esto nos ha pasado a muchas y esto sólo termina promoviendo dinámicas de competencia innecesarias y desincentivando muchas veces lo que a algunas nos interesa. Por otro lado, consideramos importante que exista una disposición por parte de lxs profesorxs en las discusiones de clase para escuchar nuevas perspectivas, pues sentimos que muchas veces tenemos miedo a hablar cuando lo que queremos decir no hace parte de la ‘filosofía tradicional’.
Llamar a los estudiantes por su nombre. Sabemos que esto puede ser difícil algunas veces, pero una de las cosas que más marca jerarquía entre pares es que el profesor (quien brinda reconocimiento en el aula) solo se aprenda algunos nombres y a los demás los llamen por “el amigo de”, “la novia de”, “la que siempre se sienta al lado de”, “niña” o incluso por alguna característica física “la del piercing”, “la del cabello crespo”.
Que lxs profesorxs establezcan y comuniquen sus expectativas para la próxima sesión es una buena estrategia. Así como lxs profesorxs en el programa estipulan qué quieren que leamos, una buena alternativa para fomentar la participación es decir, por ejemplo: “para la próxima clase quiero que piensen en ejemplos acerca de este tema” o “cuando estén leyendo las lecturas piensen en este concepto porque la discusión de la próxima clase va a estar enfocada a esto”. Esta anticipación le dice al estudiante que está leyendo porque hay propósito en la discusión de la siguiente clase y eso lo prepara para participar mientras está leyendo. Muchas veces las lecturas abarcan tanto o leemos 3 lecturas diferentes y cuando llegamos a la clase algunas cosas quedan sin discutirse, pero también a veces las discusiones que se tienen en clase están alejadas de lo que el profesor espera de la sesión y entonces el profesor corta esas participaciones para encauzar a los estudiantes en la dirección que ella/él quiere. Esta propuesta está basada en que la formulación de expectativas comunicadas es un paso esencial entre la intención y el logro/resultado en la sesión de clase. ¿Para qué medir las horas de trabajo individual por crédito en una clase si las intenciones del profesor en esas horas de trabajo individual no están claras? Además, esas intenciones no pueden ser solamente la lectura obligatoria y lectura sugerida.
Departamento:
Estas son algunas de las medidas que consideramos que el departamento debería tomar para contrarrestar los efectos despotenciadores de la academia filosófica y de las prácticas cotidianas en las aulas que hemos experimentado muchas mujeres.
Capacitar a lxs profesorxs y monitorxs sobre formas de resistir la injusticia epistémica y la discriminación así como capacitaciones en el protocolo MAAD.
Consideramos que el centro de enseñanza y aprendizaje de la Facultad de Educación Uniandes es un buen recurso que debemos utilizar, particularmente los servicios de diagnóstico rápido. Consultar este tema con personas que sí sepan de manejo de aula y ambientes de aprendizaje colaborativos es una forma de obtener retroalimentación de lo que pasa en nuestras aulas y así generar propuestas concretas para implementar.
POR UNA FACISO ANTIPATRIARCAL
COMITÉ DE GÉNERO DE FILOSOFÍA
Firman:
Andrea Gálvez Soto
Mariana Jiménez Arango.
Laura Mejía.
María Fernanda Martín García.
María Paula Corredor Galvis.
María Alejandra Gallego
Paula Katherine Lozano Molina.
Juliana Olaya.
Elena Bernal Rey
Daniela Moreno Arrieta
Maria Paula Tamayo Q
Verónica Mora-Godoy
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