La mujer que se (des)identifica con la mujer
Por: Michelle V. Imponer una identidad alienante es un proceso indispensable en todo sistema de opresión. En particular, la violencia material que el patriarca ejerce sobre la mujer debe ir acompañada del ejercicio de una violencia simbólica que garantice la colaboración de esta con su propia esclavitud. Frente a la amenaza hacia el ejercicio de su poder fálico que representa la existencia femenina plena, el hombre limita esta existencia mediante la imposición de la feminidad. Dicha imposición ha sido tan bien ejecutada que las mujeres hemos asumido la feminidad como una identidad propia, lo cual ha facilitado el trabajo del opresor. Diferentes grupos han resistido al ser definidos desde la mirada dominante mediante la práctica, en diferentes grados, del separatismo. La autodeterminación colectiva, como herramienta subversiva contra el orden de dominación, ha permitido descentrar la narrativa imperante. Sin embargo, hablar de una narrativa propia de la mujer parece imposible...