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Nuestra carga y respuesta

 Por: Daniela Borda Un par de poemas con los que decidí hablar sobre estereotipos que carga la feminidad  en una relación afectiva, la sororidad y la pérdida de la identidad. Tu carro parqueado en la esquina de mi cuadra Despejada, viendo atardeceres. Sensación de calor por todo el cuerpo, hostigante. Él era monumental, lo era. Me llenaba de cariño, el que pensé que me hacía falta. Mirándote a los ojos, frío. Frío, terminó. Mi fantasía, esa que tú toda construiste. Desinteresarme por mí misma. Una y otra vez. Complacerte. Si no era tuya, no era mujer. No era digna de ti, ni de nadie, ni siquiera de mí. La ficción de mi realidad Todas las hojas del árbol a tu favor. El dolor de ella se manifestaba en mis sueños, la quise más que a ti, por un momento. Las hojas del árbol te tapan la cara, las ramas te cubren el cuerpo y las flores me las das a mí. Me dolió ser en vano. Yo no era grandeza, como ella o como tú. *U...

Carta a mi abusador

Por: Mafe Martín 31 de Mayo del 2021  Bogotá-Colombia  Tal vez me he demorado demasiado en escribir esta carta, pero también ha sido difícil saber a quien dirigirla. Son las 11:15 de la noche y como raro mi cuerpo pide reposo pero mi cabeza se mantiene al servicio de la locura, salí hace tan solo un momento de un par de sábanas en las que trate de enredarme para poder sentir algo, dolor, tristeza, placer, adoración… algo, por mínimo que fuera que me recordara que estoy viva. Pero usted hace mucho se llevó eso y tal vez no lo recuerde, porque no puedo ponerle nombre, pero no dejaré que lo olvide porque yo no puedo olvidarlo.  Con un nombre cualquiera y un par de manos descontroladas me arrebataste la ropa que llevaba puesta “no quiero” te dije “estoy tan triste”, no sé si fue el miedo o el afán de ver que cerrabas la puerta lo que me llevo a colaborar y ponerme en bandeja de plata, no lo sé y ya no importa de seguro solo recuerdas que te seguí el juego, que trataba de comp...

Justicia, libertad y escrache

Por: Elena Bernal Rey  Determinista de corazón, ¿libertariana en la praxis? Uno de mis conceptos favoritos en filosofía ha sido siempre el de “contradicción performativa”. Esta expresión denota el suceso en el cual se produce una contradicción entre el actuar y el decir, o incluso el actuar y el pensar. Hace ya rato, me he dado cuenta de que frecuentemente soy una contradicción performativa y muchas veces esa contradicción yace entre mi praxis política de calle y mi pensamiento filosófico de sofá. En una de las áreas en las que frecuentemente aparece es respecto a mi relación entre la filosofía y el feminismo: me declaro Kantiana y analítica, pero vivo con éticas feministas y pienso en términos continentales (históricos, materialistas, estéticos, sociales…) mucha de mi praxis política. Y en un lugar en el que me he dado cuenta de que la contradicción es muy marcada es en mi pensamiento acerca de la justicia y mis acciones políticas feministas y me siento llamada a resolverla. ...

La mujer que se (des)identifica con la mujer

Por: Michelle V.  Imponer una identidad alienante es un proceso indispensable en todo sistema de opresión. En particular, la violencia material que el patriarca ejerce sobre la mujer debe ir acompañada del ejercicio de una violencia simbólica que garantice la colaboración de esta con su propia esclavitud. Frente a la amenaza hacia el ejercicio de su poder fálico que representa la existencia femenina plena, el hombre limita esta existencia mediante la imposición de la feminidad. Dicha imposición ha sido tan bien ejecutada que las mujeres hemos asumido la feminidad como una identidad propia, lo cual ha facilitado el trabajo del opresor.  Diferentes grupos han resistido al ser definidos desde la mirada dominante mediante la práctica, en diferentes grados, del separatismo. La autodeterminación colectiva, como herramienta subversiva contra el orden de dominación, ha permitido descentrar la narrativa imperante. Sin embargo, hablar de una narrativa propia de la mujer parece imposible...

Hacia una ética del cuidado para sí

 Por:  Salomé Bustos Tras algunas conversaciones que he tenido con personas cercanas a mí –entre las que he de mencionar a las Furias – , me he percatado de la necesidad de encaminar una especie de cuidado que florece a partir de un momento reflexivo para sí , y que figura como condición necesaria al acto de dirigir ese cuidado hacia los demás . Antes de ahondar en ello, considero que es primordial localizar desde dónde surge semejante necesidad, pues como han de ver, emerge de un momento de particularidad o reflexión que me es propio acerca de cómo conciliar un cuidado desde una misma – para una misma y un cuidado desde una misma- – para otros . Esto toma lugar en el marco de un mundo compartido que aún retiene estructuras de poder subyugantes, y en el que son frecuentes –pero no por ello aceptables– una serie de acciones que he de desarrollar más adelante, donde se puede esconder un trasfondo violento hacia la integridad y agencia de una misma. A este propósito, también d...

La desnudez como forma de aparición en el espacio político

Por:  Laura Mejía Jaramillo  Ese día salimos juntas en el frente de la movilización, salimos con rabia, fuimos irreverentes y nos apropiamos de las calles y de los parques. El 25 de noviembre gritamos con fuerza exigiendo que sacaran sus rosarios de nuestros ovarios y sus doctrinas de nuestras vaginas. También cantamos y bailamos para abortar este sistema patriarcal. Exigimos el poder de decidir sobre nuestros cuerpos, y así, nos juntamos todas con el fin de visibilizar nuestra lucha que históricamente han querido silenciar. Aunque todo iba muy bien, el patriarcado acechó la marcha en todo momento. Cuando cantábamos nuestras arengas, ellos gritaban las suyas. Cuando rayamos las paredes, ellos las limpiaban con la excusa de que “era violento”, no se dieron cuenta de que lo que ellos hacían también lo era. Era evidente que querían callarnos, querían invisibilizarnos, para ellos el paro abarcaba sólo su lucha y en esa no estaba incluida la lucha de nosotras quienes nos afirmamos ...

Neurosexismo y Neurofeminismo

Por: Daniela Moreno  A medida que las neurociencias han adoptado métodos matemáticos y tecnológicos de gran rigurosidad, su autoridad dentro del público general se ha consolidado. De esta forma, las investigaciones de esta rama del conocimiento son a menudo empleadas para zanjar discusiones sobre los roles que deberían desempeñar las mujeres y los hombres en la sociedad. Por ejemplo, si la ciencia asegura que las mujeres tienen cerebros más propensos a la emocionalidad, se plantea necesariamente la conclusión de que ellas deben ser quienes se encarguen del cuidado de los niños. De esta forma, las investigaciones que arrojan resultados sobre la existencia de diferencias entre ambos “tipos” de cerebros no solo son tomadas para describir cómo son, en promedio, los cerebros del sexo femenino y masculino, sino para prescribir cómo deben ser y qué lugar deben tener en la sociedad ambos sexos. Es cierto que, en términos generales, las neurociencias han llegado a un consenso de que exist...